Fundación Incaica y Española de Arequipa

Llevo muchos años sumergido en el fascinante mundo arequipeño y hoy vamos a hablar un poco más sobre la historia única y compleja de esta ciudad peruana, que combina las raíces incas con la influencia española, creando una mezcla cultural y arquitectónica cautivadora.

La fundación de Arequipa es hecho histórico que data del 15 de agosto de 1540 y tiene como protagonista a García Manuel de Carbajal. El 17 de mayo de 1536, el conquistador Francisco Pizarro ordenó fundar una ciudad en el país que recibiría el nombre de "Villa Hermosa de Nuestra Señora de la Asunta". Tras una cédula Real del Rey Carlos V en 1941 pasó a llamarse "Ciudad de Arequipa".

Considerada la segunda ciudad más grande de Perú, tiene una larga historia que se remonta al periodo inca. Los acontecimientos vividos durante su historia han conformado su fuerte identidad cultural.

Consulta en este enlace un artículo más detallado sobre el fundador de la ciudad de Arequipa.

¿Qué vas a encontrar aquí?
  1. Fundación Inca de Arequipa
  2. Fundación Española de Arequipa
  3. Acontecimientos Importantes en la Historia de Arequipa

Fundación Inca de Arequipa

Antes de la llegada de los españoles, Arequipa ya estaba habitada por una civilización milenaria: los Incas. La fundación inca de Arequipa se remonta a siglos atrás, y los vestigios de esta antigua cultura aún se pueden encontrar en la ciudad. Uno de los lugares más emblemáticos que atestiguan la presencia inca es el "Tambo de la Cabezona", un antiguo tambo o punto de descanso que solía ser utilizado por los Incas durante sus viajes. Además, en algunos edificios y estructuras coloniales se pueden apreciar elementos de arquitectura incaica, lo que demuestra la influencia de esta cultura en la ciudad.

En lo que respecta a la fundación incaica de Arequipa la historia cuenta que sobre el año 1170 la zona fue ocupada por el Inca Mayta Cápac, quien, tras observar el fértil y despoblado valle, mandó detenerse a su ejército y a las miles de familias que les acompañaban, asentándose allí en distintos campamentos, repartiéndose las tierras por familias o grupos, formando pequeños poblados en los lugares que hoy corresponderían a Tiabaya, Yanahuara, Characato o Chiguata entre otros.

Fundación Española de Arequipa

La fundación española de Arequipa tuvo lugar el 15 de agosto de 1540, cuando el capitán español García Manuel de Carbajal lideró una expedición para establecer una villa en la zona.

Bajo la denominación de “Villa Hermosa de Nuestra Señora de la Asunta” fue fundada la ciudad de Arequipa. Su nombre deriva de la palabra quechua "Ari-que pay", que significa "Sí, quédate".

El lugar escogido para la fundación de la ciudad fue el valle del Chili, en el margen izquierdo del río del mismo nombre. La historia es difusa en cuanto a las primeras ubicaciones de la ciudad pues parece ser que fue trasladada a diferentes zonas del valle en sus primeros años, siendo finalmente situada en su primera ubicación.

Esto sucedió porque se buscó que la ciudad se ubicara en las mejores tierras y más fértiles de que hubiera en la zona, lo que coincidía con los asentamientos de varios pueblos indígenas, por lo que surgieron conflictos y desacuerdos en un principio.

Al principio de su fundación el imperio inca opuso mucha resistencia a caer sobre el yugo de la corona española, llegando a ser la única ciudad que resistió. No obstante durante el periodo virreinal fue reconocida con los títulos de "Muy Noble y Muy Leal" y "Fidelísima" por la misma corona, por el apoyo de la ciudad durante el Virreinato del Perú, tras ser sometido el imperio inca.

Otro de los nombres de la ciudad es el de "León del Sur", mención directa por las rebeliones populares y levantamientos que se produjeron en la ciudad durante la etapa republicana, engrandeciendo el espíritu de rebeldía que nace del interior de los arequipeños, no en vano se nace al pie de un volcán.

Esta antigua e histórica ciudad vivió durante la etapa colonial su apogeo comercial, político y simbólico.

Acontecimientos Importantes en la Historia de Arequipa

Durante la época colonial y virreinal la ciudad alcanzó un estatus económico muy destacado debido a la ganadería que introdujeron los españoles y a cultivos de agricultura como la vid, el olivo y la producción de vino y aceite de oliva.

El descubrimiento y utilización de la piedra volcánica sillar propició la construcción de importantes edificios como conventos, iglesias y casas coloniales que le dieron a la ciudad el característico estilo arquitectónico que la hace inconfundible.

Ese estatus económico fue aprovechado para ganar funciones administrativas y estratégicas, como importante enclave para el transporte, el comercio y la industria.

Durante la revolución independentista y posterior liberación española, Arequipa se convirtió en el símbolo de la república y sus habitantes participaron activamente en la defensa de la ciudad y del sistema de gobierno republicano

Este espíritu de pueblo rebelde que defendió con éxito la república y la democracia y se resistió constantemente a la centralización y la oligarquía de Lima, conformó la identidad de Arequipa y se convirtió en el orgullo de la región.

A finales del siglo XIX y principios del XX, la producción lanera y el Ferrocarril del Sur empezaron a erosionar los cimientos económicos sobre los que Arequipa había crecido y progresado, y surgió una clase política media, formada por un número creciente de profesionales, intelectuales y técnicos para mantener el Estado de derecho y la estabilidad económica.

La ciudad es ahora sinónimo de orgullo, tradición y libertad que resiste hasta hoy. Como resultado, Arequipa se mantiene como un destino turístico de gran belleza e interés que recibe visitantes del mundo entero.

Un lugar que no puedes perderte para conocer más sobre la fundación española es la Plaza de Armas de Arequipa, el corazón histórico de la ciudad. Aquí encontrarás la Catedral de Arequipa, una majestuosa iglesia de estilo renacentista que se eleva con imponencia, siendo una de las más importantes del país. También podrás admirar las imponentes arcadas de la Casa del Moral, otro tesoro colonial que te transportará a épocas pasadas.

La fundación de Arequipa es una historia que abarca siglos y fusiona dos culturas para crear un destino cautivador. Explorar la huella dejada por los Incas y la grandeza arquitectónica de la época colonial española te permitirá apreciar la riqueza cultural y la identidad única de esta maravillosa ciudad.

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